Comida rápida no significa siempre comida mala para nuestro organismo. La nueva tendencia es darle la vuelta a ese término y convertir la fast food en comida saludable. Y ya existen numerosos locales de comida económica y rápida que incluyen el adjetivo de healthy en sus productos. Y no sólo en restaurantes, sino que nosotros mismos en casa podemos preparar platos rápidos y sanos  que pueden formar parte de nuestro menú diario. Lo importante es la organización, ya que cocinar en casa no requiere siempre tanto tiempo como creemos y en menos de 10 minutos podemos preparar infinidad de platos.

Planificar es una de las claves en la cocina. Piensa primero antes de ponerte manos a la obra y planifica las comidas de toda la semana, para así poder comprar los ingredientes con antelación y si comes fuera de casa, poder cocinar la noche de antes. Hay muchos productos que puedes ir preparando y dejando en la nevera un par de días. Son rápidos y saludables. Es el caso de las cremas o los purés, que son un primer plató ideal para invierno, y luego solo tendrás que calentar y servir. También puedes ya tener preparado en la nevera huevos cocidos para comer solos o en ensaladas.

Emplea ingredientes sanos y realiza platos frescos, con alimentos de temporada y de calidad.  La ensalada es la reina de la comida rápida saludable, es fácil de preparar y sirve como primer plato o plato principal. Lo importante es saber combinarla con productos saludables y las posibilidades son infinitas. Añade legumbres, que también puedes tener preparadas con antelación, u hortalizas crudas que no requieren preparación y así añaden todo su sabor. Y para el aliño, salsas basadas en limón, aceite de oliva o yogur. Rápidas de preparar y suponen un aporte de vitaminas a nuestro organismo.  Para el momento del postre, opta por frutas con yogur o en macedonia con un poco de zumo.

Y si quieres disfrutar de la típica comida fast food el fin de semana, prepárala tú mismo en casa y así consigues añadirle el adjetivo saludable. Cocina pizzas caseras, elaborando tú la masa y añadiendo ingredientes frescos o si prefieres comer una rica hamburguesa, pide la carne picada en la carnicería y mézclala al gusto con orégano, ajo, perejil…  Hay tantas opciones como quieras.

Disfrutar de comida rápida no significa siempre dejar de lado la dieta equilibrada, sólo renunciar a ciertos alimentos y optar por los productos frescos. Y recuerda que la organización y la planificación a veces son más importantes que el tiempo que tengas para cocinar.