Las comidas o cenas de empresa son una obligación en muchas compañías y se desarrollan durante todo el año, no sólo son presentes en épocas navideñas o de fiestas. Además de los habituales encuentros de inicio de vacaciones o verano, muchas empresas realizan de forma periódica encuentros y comidas con empleados y miembros de la empresa para afianzar lazos, presentar productos o compartir ideas u opiniones. Por ello, hoy nos centramos en este tipo de eventos y en las tendencias que se deben seguir a la hora de organizar un cóctel o cena de empresa.

Es importancia cuidar cada uno de los elementos presente en este tipo de actos. Los gustos han cambiado y el estilo de los propios eventos también y por ello hay que adaptarse a los nuevos hábitos. Hay que cuidar la elección del lugar de celebración. Mucha empresas todavía optan por organizar el evento en un restaurante, pero lo que empieza a adquirir cada día más protagonismo es el poder utilizar las propias instalaciones de la empresa para desarrollar el aperitivo o el acto. Esto transmite cercanía y rompe con el estilo formal del evento, lo que atrae mucho más a los empleados.

Contratar un catering es la opción más demandada y que más adeptos va a adquirir este 2016. Se impone el picoteo por encima de cenas o comidas largas. Mesas informales con una gran variedad de platos y bocados de mano que poder degustar de pie o de forma informal, natural y socializando a la vez con cada uno de los asistentes, junto a barras o mesas de bebidas con diferentes opciones. Incorpora todo tipo de ingredientes a estos eventos para satisfacer a todos los asistentes, en función de gustos o posibles intolerancias o alergias. Innova incorporando a tu evento un food truck o mesas que adopten distintas nacionalidades, comida mexicana, americana, española, árabe… Los asistentes quedarán encantados.

Es importante que el evento transmita cercanía y que los empleados no perciban presión u obligación de ir. Debe ser un evento que destaque por una motivación principal, la de relacionarse con el resto de empleados y compartir con ellos una jornada próxima e informal. En función de la temática, las conversaciones suelen basarse en asuntos de trabajo o temas más profesionales. Siempre es importante dejar un hueco para temas cotidianos, aficiones, gustos e intereses personales. Esto favorecerá el éxito del evento y el contacto entre los asistentes.